Inteligencia emocional y rendimiento académico en estudiantes de la especialidad de matemática física e informática - UNJFSC
Abstract
Esta investigación evidencia en cuanto Inteligencia Emocional participa un rol vital en
cuanto rendimiento académico del alumnado de la especialidad Matemática, Física e
Informática en UNJFSC. Los hallazgos apuntan que el alumnado con una superior habilidad
para manejar sus emociones logra mejores resultados académicos en general. Esta capacidad
para gestionar el estrés y las emociones es esencial para alcanzar un buen desempeño en el
ámbito educativo.
El análisis específico sobre el rendimiento en evaluaciones revela que los estudiantes con
una elevada Inteligencia Emocional obtienen mejores calificaciones en las pruebas académicas.
Esto sugiere que una adecuada regulación emocional y el manejo efectivo del estrés contribuyen
significativamente a un mejor desempeño durante las evaluaciones. Por tanto, el entrenamiento
en técnicas de manejo del estrés podría ser beneficioso para los estudiantes en situaciones de
evaluación.
Además, indico un paralelismo positivo de Inteligencia Emocional y calidad del trabajo
académico. Los estudiantes con habilidades emocionales avanzadas tienden a entregar trabajos
de mayor calidad, lo que podría estar relacionado con una mejor organización, mayor atención
al detalle y una motivación más sólida. Este hallazgo resalta la relevancia de cualificaciones
psicológicos de ejecución en tareas académicas complejas.
Desempeño en proyectos grupales también se ve favorecido por una alta Inteligencia
Emocional. Los estudiantes que manejan bien sus emociones y relaciones interpersonales
tienden a tener un mejor desempeño en entornos colaborativos, donde la destreza laboral en
confraternidad y desenredar disputas es clave. Esto subraya el predominio de cualificaciones
emocionales en la conquista de proyectos en grupo.
Finalmente, el estudio recomienda varias acciones para mejorar el rendimiento académico
mediante el fortalecimiento de las habilidades emocionales. Se sugiere incorporar programas
de desarrollo emocional en el currículo, ofrecer capacitación a los docentes en Inteligencia Emocional, y proporcionar estrategias para gestionar el estrés. También se recomienda fomentar proyectos grupales que valoren tanto el conocimiento técnico como las habilidades
emocionales, y mejorar la calidad del trabajo académico con talleres y asesorías especializadas.
Implementar estas estrategias podría tener un choque alentador significativo del éxito
instruccional y personal del alumnado.